Alcohol: guía práctica para entender sus efectos y beber con responsabilidad

El alcohol está presente en casi todas las reuniones sociales, pero pocas veces nos detenemos a pensar qué le hace al cuerpo y cómo podemos evitar problemas. Aquí te explico de forma sencilla qué es, cómo actúa y qué puedes hacer para que su consumo no sea una amenaza para tu salud.

¿Qué es el alcohol y cómo afecta al organismo?

El alcohol que bebemos es etanol, un compuesto químico que se absorbe rápidamente por la sangre. En pocos minutos llega al cerebro y empieza a interferir con los neurotransmisores, lo que produce esa sensación de relajación o euforia.

Al mismo tiempo, el hígado tiene que trabajar para metabolizarlo. Cada vaso estándar (una cerveza 330 ml, una copa de vino 150 ml o un chupito de licor 40 ml) contiene alrededor de 10 g de alcohol y necesita unos 30 min a una hora para procesarlo.

Si bebes más rápido de lo que tu cuerpo puede eliminar, el nivel de alcohol en sangre sube y aparecen efectos como visión borrosa, falta de coordinación y juicio alterado. Con consumos elevados y repetidos pueden aparecer problemas graves: gastritis, daño hepático (cirrosis), trastornos del sueño e incluso dependencia.

Consejos prácticos para un consumo responsable

1. Controla la cantidad. Usa una regla simple: no más de dos bebidas estándar al día para mujeres y tres para hombres, siempre con espacios entre ellas.

2. No bebas con el estómago vacío. Comer antes o mientras bebes ralentiza la absorción y reduce los picos de alcohol en sangre.

3. Hidrátate. Alterna cada bebida alcohólica con un vaso de agua; así disminuyes la deshidratación y el riesgo de resaca.

4. Evita mezclar medicamentos. Sustancias como lorazepam, antidepresivos o antibióticos pueden potenciar los efectos sedantes del alcohol y generar interacciones peligrosas.

5. No conduzcas bajo el influjo. Incluso con un nivel bajo de alcohol puedes reaccionar más despacio; la mejor opción es usar transporte público o designar a alguien sobrio.

6. Escucha a tu cuerpo. Si notas mareos, náuseas o dificultad para hablar, detente y busca ayuda si los síntomas empeoran.

7. Planifica la salida. Define cuántas copas vas a tomar antes de llegar al bar y respétalo. Llevar una botella de agua o un snack siempre ayuda a mantener el control.

Si ya sientes que el alcohol está afectando tu vida, busca apoyo profesional. Hay líneas telefónicas y clínicas especializadas en dependencia que pueden ofrecerte tratamiento sin juicio.

Recuerda que disfrutar de una copa ocasional no es un problema si lo haces con información y precaución. Aplica estos consejos la próxima vez que levantes el vaso y tendrás más probabilidades de pasarla bien sin poner en riesgo tu salud.