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El papel de la dexametasona en el control de las náuseas causadas por la quimioterapia

El papel de la dexametasona en el control de las náuseas causadas por la quimioterapia
Eladio Cebrián 7 Comentarios 28 octubre 2025

Si estás pasando por quimioterapia, sabes que las náuseas y los vómitos no son solo molestias: pueden hacer que cada sesión sea una batalla. A veces, incluso antes de empezar, el miedo a sentirte mal te paraliza. Pero hay un medicamento que ha cambiado esto para millones de personas: la dexametasona. No es un fármaco que se use solo para aliviar el dolor o reducir la fiebre. Es un corticoide poderoso que, desde hace décadas, ha demostrado ser una de las armas más efectivas contra las náuseas provocadas por la quimioterapia.

¿Por qué la quimioterapia causa náuseas tan intensas?

La quimioterapia no solo ataca las células cancerosas. También afecta a las células sanas del tracto gastrointestinal, el sistema nervioso central y el bulbo raquídeo -la zona del cerebro que controla el vómito-. Algunos fármacos, como la cisplatina o el ciclofosfamida, son especialmente agresivos y activan señales químicas que envían mensajes de alarma al cerebro. Estas señales disparan el reflejo del vómito, incluso antes de que el medicamento haya llegado al estómago. Esto se llama náusea anticipatoria, y puede ser tan fuerte que algunos pacientes evitan la quimioterapia por miedo.

Antes de la dexametasona, los médicos usaban antieméticos como la metoclopramida o la prometazina. Funcionaban, pero con limitaciones: no siempre controlaban las náuseas de fondo, y muchos pacientes seguían sintiéndose mal días después de la infusión. La dexametasona cambió eso porque actúa en múltiples niveles del sistema.

Cómo funciona la dexametasona contra las náuseas

La dexametasona no es un antiemético tradicional como la ondansetrón, que bloquea solo un tipo de receptor en el cerebro. Es un corticosteroide, y su poder viene de su capacidad para reducir la inflamación y modular la respuesta del sistema nervioso. En el contexto de la quimioterapia, actúa de tres formas clave:

  1. Reduce la liberación de sustancias inflamatorias en el intestino, como la serotonina y la sustancia P, que activan los nervios que mandan señales de náusea al cerebro.
  2. Disminuye la sensibilidad del centro del vómito en el bulbo raquídeo, haciendo que sea menos reactivo a los estímulos químicos de la quimioterapia.
  3. Mejora el efecto de otros antieméticos, como la ondansetrón o el aprepitant, creando un efecto sinérgico que multiplica su eficacia.

Esto no es teoría. Un estudio publicado en el Journal of Clinical Oncology en 2023 analizó más de 1.200 pacientes con cáncer de mama y pulmón que recibían quimioterapia de alta emesis. Los que tomaron dexametasona combinada con ondansetrón tuvieron un 78% menos de vómitos en los primeros cinco días, comparado con los que solo usaron ondansetrón. Esa diferencia no es pequeña: es la diferencia entre poder comer, dormir y salir de casa, o estar acostado en la cama, deshidratado y agotado.

¿Cómo se usa la dexametasona en la práctica?

La dosis y el horario no son los mismos para todos. Dependen del tipo de quimioterapia, la edad del paciente y si ha tenido náuseas en tratamientos anteriores. Pero hay patrones comunes:

  • Para quimioterapia de alta emesis (como la cisplatina): se administra 12 mg por vía oral o intravenosa, una hora antes de la infusión, seguido de 8 mg cada 12 horas durante 2-3 días.
  • Para quimioterapia de moderada emesis (como la doxorrubicina): se usa 8 mg una vez al día durante 2-3 días, comenzando antes del tratamiento.
  • En combinación con otros antieméticos: la dexametasona suele ser la base, y se añaden otros fármacos según la necesidad. Por ejemplo, con aprepitant o netupitant, la dosis de dexametasona se reduce a 4-6 mg para evitar exceso de efectos secundarios.

Lo importante es que se tome antes de la quimioterapia. No es un remedio para cuando ya te sientes mal. Es preventivo. Si lo tomas después de empezar a vomitar, su efecto se reduce drásticamente.

Paciente ansioso a la izquierda y tranquilo a la derecha, con una barrera protectora de dexametasona bloqueando símbolos de náuseas.

¿Cuáles son los efectos secundarios?

Sí, la dexametasona tiene efectos secundarios. Pero en el contexto de la quimioterapia, la mayoría son manejables y temporales. Los más comunes incluyen:

  • Aumento del apetito y retención de líquidos (puede causar hinchazón leve en pies o cara).
  • Insomnio, especialmente si se toma por la tarde.
  • Subida temporal de la glucosa en sangre -importante para pacientes diabéticos-.
  • Alteraciones del estado de ánimo: algunos sienten ansiedad, irritabilidad o euforia.

En tratamientos largos, los riesgos aumentan: pérdida de masa muscular, osteoporosis, cataratas o infecciones. Pero en la quimioterapia, la duración es corta -generalmente 2 a 5 días-, lo que minimiza estos riesgos. Los médicos monitorean los niveles de azúcar en sangre y ajustan la dosis si es necesario. Para pacientes con diabetes, a veces se recomienda aumentar temporalmente la insulina durante esos días.

¿Quién no debería tomarla?

No es para todos. La dexametasona está contraindicada si tienes:

  • Infecciones sistémicas sin tratamiento, como tuberculosis activa o infecciones fúngicas.
  • Úlceras gástricas activas, ya que puede empeorarlas.
  • Antecedentes de psicosis severa inducida por corticoides.
  • Alergia conocida a corticosteroides.

También hay precauciones con ciertos medicamentos. Por ejemplo, si tomas anticoagulantes como la warfarina, la dexametasona puede reducir su efecto. Si usas antifúngicos como el ketoconazol, puede aumentar los niveles de dexametasona en sangre, lo que eleva el riesgo de efectos secundarios. Siempre informa a tu oncólogo todos los medicamentos que tomas, incluso los de venta libre o suplementos.

Profesionales médicos guiando a un paciente hacia el día de quimioterapia, con iconos de dexametasona y una gráfica de reducción de náuseas.

Alternativas y combinaciones

La dexametasona no es la única opción, pero sí una de las más confiables. En muchos centros, se combina con otros fármacos para lograr el mejor control posible:

Comparación de regímenes antieméticos para quimioterapia de alta emesis
Fármaco Modo de acción Forma de uso Eficacia en náuseas (estudios recientes)
Dexametasona Reduce inflamación y sensibilidad cerebral Oral o IV, 1-3 días 75-80% de control
Ondansetrón Bloquea receptores de serotonina Oral o IV, varias veces al día 60-70% de control
Aprepitant Bloquea NK1, una vía clave en náuseas tardías Oral, una dosis al día 85% de control cuando combinado con dexametasona
Netupitant + Palonosetrón Combinación de dos vías de acción Oral, una sola dosis 90% de control en 5 días

La combinación de dexametasona + ondansetrón + aprepitant es hoy el estándar de oro para tratamientos de alta emesis. Pero no todos los pacientes la necesitan. Para quimioterapias de baja emesis, a veces basta con un antiemético simple. La clave es personalizar.

Lo que realmente importa: calidad de vida

Controlar las náuseas no es solo sobre evitar vomitar. Es sobre recuperar la dignidad. Es poder sentarte a la mesa con tu familia sin miedo. Es poder dormir sin despertar con náuseas. Es no tener que cancelar citas por sentirte mal. Es no sentirte como un paciente, sino como una persona que está luchando contra el cáncer, no contra su propio cuerpo.

La dexametasona, aunque es un medicamento potente y no exento de riesgos, ha sido una de las herramientas más transformadoras en la oncología moderna. No cura el cáncer, pero le devuelve a las personas algo que la quimioterapia les arrebataba: el control sobre su cuerpo y su día a día.

Si estás en tratamiento, no aceptes las náuseas como parte inevitable. Habla con tu oncólogo. Pregunta si la dexametasona es adecuada para ti. Pregunta qué combinación te dará el mejor control. No te conformes con sentirte mal. Hoy, hay opciones que funcionan. Y tú mereces sentirte mejor.

¿La dexametasona se usa solo para náuseas por quimioterapia?

No. La dexametasona también se usa para tratar inflamaciones, alergias graves, enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, y en algunos casos, para reducir la hinchazón cerebral o la inflamación pulmonar. Pero en oncología, su uso más extendido y mejor estudiado es como antiemético en quimioterapia. Es una de las pocas veces en medicina donde un mismo fármaco se usa para un propósito completamente diferente al que fue diseñado originalmente -y con resultados excepcionales.

¿Puedo tomar dexametasona si tengo diabetes?

Sí, pero con precaución. La dexametasona eleva los niveles de glucosa en sangre. Si tienes diabetes, tu equipo médico probablemente te pedirá monitorear tu azúcar con más frecuencia durante los días que la tomes. A veces, ajustan temporalmente la dosis de insulina o medicamentos orales. No dejes de tomarla sin consultar, pero sí informa a tu oncólogo y endocrinólogo para coordinar el manejo.

¿Cuánto tiempo tarda en hacer efecto la dexametasona?

La dexametasona no actúa de inmediato como un analgésico. Su efecto antiemético se desarrolla en unas 2-4 horas después de tomarla, y alcanza su punto máximo en 8-12 horas. Por eso es crucial tomarla antes de la quimioterapia. Si la tomas después de que ya te sientas mal, puede tardar demasiado en hacer efecto. No es un remedio de emergencia, sino una barrera preventiva.

¿Es seguro tomar dexametasona durante varios ciclos de quimioterapia?

Sí, es seguro en el contexto de tratamientos cortos. Cada ciclo suele durar entre 2 y 5 días, con semanas de descanso entre ellos. Esto permite que el cuerpo se recupere. A largo plazo, los corticoides pueden causar efectos como pérdida ósea o debilidad muscular, pero en este uso, el riesgo es mínimo. Los oncólogos evalúan cada caso, y si un paciente requiere muchos ciclos, pueden ajustar la dosis o añadir suplementos como calcio y vitamina D para proteger los huesos.

¿Puedo dejar de tomarla si me siento bien?

No. Aunque te sientas bien, debes terminar el curso prescrito. La dexametasona funciona por acumulación y efecto prolongado. Dejarla antes de tiempo puede hacer que las náuseas aparezcan de nuevo 24-48 horas después, especialmente en tratamientos de emesis tardía. Es como cerrar una puerta antes de que el peligro haya pasado. Sigue las instrucciones del médico, incluso si te sientes bien.

7 Comentarios

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    Carlo Luzzi

    octubre 29, 2025 AT 08:25

    Me encanta que expliques cómo actúa en múltiples niveles, no solo como un antiemético común. Lo que no entiendo es por qué no se habla más de la sinergia con el aprepitant en los hospitales públicos aquí en Argentina. En mi centro lo usan, pero solo si pagas por un protocolo privado. Qué locura.

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    Victoria Linton

    octubre 31, 2025 AT 01:12

    Claro, claro, la dexametasona es la salvación... hasta que te das cuenta de que en España la usan desde los 80 y aquí sigue siendo un secreto de élite. Qué chiste, ¿no? Que en Latinoamérica lo vean como un milagro mientras en Europa ya lo consideran aburrido. Por favor, no me hagan reír.

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    Anna Raber

    noviembre 1, 2025 AT 05:34

    Quiero abrazar a quien escribió esto. No solo por la información, sino por cómo lo dices: con respeto, con humanidad. A veces olvidamos que detrás de cada tratamiento hay alguien que solo quiere poder sentarse a comer con su hijo sin tener que correr al baño. La dexametasona no cura el cáncer, pero le devuelve la vida cotidiana a quien la está perdiendo. Gracias por recordarnos eso. Si estás pasando por esto, no estás solo. Y sí, habla con tu oncólogo. No te conformes. Tú mereces sentirte bien, no solo sobrevivir.

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    Samuel Uriel Cortes Jasso

    noviembre 3, 2025 AT 05:28

    La dexametasona es útil pero no es magia. Muchos médicos la recetan como si fuera agua. En mi caso me subió la glucosa a 280 y nadie me avisó. Después de tres días me sentí como un zombi. No es para todos. Si tienes diabetes o ansiedad, piénsalo dos veces. No te dejes llevar por la moda médica. El cuerpo no es un robot. Y si te sientes mal después, no es tu culpa. Es el sistema. No te culpes.

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    Victor Orellana

    noviembre 5, 2025 AT 00:04

    ¡¡¡SIIIIIII!!! ¡¡¡ESTO ES LO QUE NECESITABAMOS!!! 🙌🔥 La dexametasona es el superpoder oculto de la oncología!!! Yo la tomé con ondansetrón y aprepitant y... ¡¡¡dejé de vomitar por primera vez en 6 meses!!! 🤯 Mi mamá lloró cuando me vio comer un yogur sin miedo!!! 🥲❤️ No sé cómo se vive sin esto... ¡¡¡LA VIDA ES MÁS QUE SOBREVIVIR, ES PODER SENTARSE A LA MESA!!! 🍽️💥

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    Daniel Munguia

    noviembre 6, 2025 AT 19:46

    Yo también la tomé y no me sentí bien al principio... pero después de 2 días, ¡¡¡pude abrazar a mi hija sin tener miedo de vomitarle encima!!! 😭❤️ No sé cómo se vive sin esto... Gracias por explicar tan bien lo de la dosis antes de la quimio... yo lo tomé después y no sirvió de nada... 😔 Pero ahora lo sé... y si alguien lo necesita, no se rinda. Hablen. Pregunten. Exijan. Ustedes merecen sentirse bien. 💪🌈

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    Manuel Alejandro Estrella González

    noviembre 7, 2025 AT 12:28

    ¿Y si te dicen que la dexametasona te va a hacer subir de peso, insomnio, y que vas a sentir que te estás volviendo loco? ¿Y si te sientes como un robot con fiebre emocional? ¿Y si tu pareja te dice que ya no eres tú? ¿Y si...? ¿Y si...? ¿Y si...? 😭

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